La espera, la multa y el bloqueo de entrada a turquía por 5 años

Lo malo de viajar con prórrogas siendo venezolanos es que no todo el mundo entiende esa locura y mucho menos en países normales donde en una semana te dan un pasaporte nuevo. Ellos no entienden ese disparate de extensión.

Era mi primera vez viajando con prórroga, y aunque ya José Miguel había pasado por momentos incómodos viajando con prórroga durante nuestro viaje largo desde el 2019, nunca me imaginé lo estresante que podía ser.

Aeropuerto Sabiha Goksen
Aeropuerto Sabiha Goksen

Llegando a hacer Check In en Pegasus Airlines

Como lo vieron en el capítulo anterior “De Venezuela a Turquía”, no pudimos hacer check in en las máquinas así que nos tocó ir a los mostradores.

Cuando ya fue nuestro turno, la señorita pidió los pasaportes y se notó que claramente algo no andaba bien, así que le pregunté: “¿Está todo bien?” Y ella respondió: “Sí, un momento por favor”.

De pronto, llamó a una compañera y estuvieron todo el rato ahí en la computadora. Luego llamaron a otra y a otra hasta que llegó incluso un supervisor (supongo que era supervisor porque iba vestido distinto al resto).

A todas estas, 4 personas frente a un monitor, hablando en turco sin decirnos nada a nosotros, solo podía leerse en sus rostros que no sabían nada de lo que estaban haciendo.

Como mi primer vuelo era Estambul – Madrid, la señorita me pidió el PCR que es requisito indispensable para viajar a España, independientemente de que tengas certificado de vacunación. Luego me pidió una carta de residencia a lo que yo le expliqué que mi viaje a España era solo un tránsito, que mi destino final era Venezuela.

Entonces me pidió el boleto para comprobarlo y llamó a alguien, luego le tomó foto al boleto y lo envío por WhatsApp, supongo que para verificarlo.

Les juro que yo para ese momento le decía a José Miguel, «no nos van a dejar entrar, están tardando demasiado». Habían transcurrido aproximadamente 40 minutos y aún no daban respuestas.

Me dolían los pies, me dieron ganas de orinar y ya me estaba comenzando a afectar la segregación de cortizol.

Se hicieron las 7:00 am y adivinen qué, hubo cambio de turno. Lo que significó que todo el “progreso” que llevábamos con la otra señorita se había perdido.

La señorita que le hizo relevo, era nueva, ERA NUEVA, SANTO CRISTO. Se podrán imaginar mi nivel de ansiedad cuando le pregunté si finalmente podíamos hacer check in y ella me contestó: “Disculpa por favor, soy nueva y no es fácil para mi hacer esto tan rápido”.

Como era de esperarse, se volvió a repetir el proceso de llamar a mucha gente para encontrar la manera de introducir nuestros pasaportes en el sistema.

Faltaban 15 minutos para las 8:00 am cuando finalmente encontró la manera de meter las prórrogas para poder hacer el check in. En total, nos mantuvieron frente al mostrador alrededor de 1 hora y media. ¿Increíble no?

Con los pies reventados de tanto estar de pie, le digo a Jose Miguel: «Bueno, al menos pudimos hacer el check in, entonces podremos entrar a España». Pero venía la peor parte: Migración.

La multa y bloqueo por pasar tiempo ilegal en Turquía

Para nadie es un secreto que yo estuve todo este tiempo ilegal en Turquía por razones ajenas a mi voluntad, empezando por el COVID.

Para ser exactos, tenía 1 año y 6 meses de ilegal en el país. Yo sabía que imponían una multa. También sabía que no iba a ser tan costosa, pero además había leído que si no querías pagarla de inmediato, podías hacerlo después.

Cuando llegamos al control de migración para sellar la salida de Turquía, el funcionario nos indicó que teníamos un sobre tiempo en el país y que debíamos ir a la oficina de migración a pagar la multa.

Ya eran aproximadamente las 8:30 am cuando esto sucedió, así que tuvimos que regresarnos por la fila tropezando a todo mundo. La oficina no estaba tan cerca así que prácticamente corrimos.

Yo estaba súper preocupada porque podíamos perder la subida al avión si llegábamos tarde a la hora de embarque.

Finalmente llegamos a la oficina, a todas estas yo con ganas intensas de orinar, con los hombros adoloridos por los 10 kilos del equipaje de mano, muriéndome del calor por los abrigos, etc.

El funcionario nos indicó que debíamos pagar un monto de 3900 liras de multa y que seríamos bloqueados de la entrada al país por 1 año. 3900 liras son aproximadamente 280$.

Y la otra opción era no pagar la multa pero el bloqueo para entrar al país sería de 5 años. Sin embargo, este bloqueo era definitivo y no se levantaba incluso si pagabas la multa después. Es decir, ya no se podía hacer como antes porque de hecho no dieron el tíquet de la multa.

Nosotros decidimos no pagar la multa, así que por eso ya no podemos entrar a Turquía por 5 años 😞. Nos pusieron un sello rojo en el pasaporte y en el ticket de avión ✈️, supongo que el sello es indicativo de bloqueo temporal.

Triste por esa decisión y ya faltando 15 minutos para las 9:00 am salimos corriendo otra vez para hacer la fila en migración que esta vez estaba mucho más larga. A todas estas, yo con la ansiedad a mil porque imagínate perder un itinerario completo, es que de solo pensarlo siento escalofríos.

Volvimos de nuevo a donde los mismos funcionarios de migración, nos sellaron la salida de Turquía y pasamos el control de seguridad, todo esto sudando, con ganas de orinar y con los hombros reventados del peso.

Por poco perdemos el vuelo pero en el próximo capítulo les cuento a detalle 😅 comenta aquí abajo 👇🏻 si has tenido problemas al viajar con prórrogas 😰.