Algo que desde hace rato he querido decir

Al comenzar a escribir esto, en este momento en mi cabeza hay miles de pensamientos negativos los cuales nunca habían estado ahí hasta que sufrí o pasé por un tiempo depresión por encierro, por pastillas anticonceptivas y por la muerte de mi papá. ¿Loco no?

Los pensamientos que ahora mismo tengo son algo como:

  • A nadie le importa lo que piensas.
  • A nadie le interesa tu vida.
  • De seguro nadie lo va a leer.
  • No eres tan interesante como para que te lean.
  • Mejor no digas nada, igual de que sirve.

Al contarles esto, quiero aclarar que estoy desnudando una parte de mi que posiblemente no hayan visto antes porque es evidente que mi contenido no va de eso. Pero como sabrán, soy un ser humano.

La raiz de mi inseguridad actual

En el 2020 cuando la pandemia llegó, tuve mis primeros síntomas de depresión. Me sentía sola, triste, impotente porque todo lo que había planificado con mis viajes, se vio frustrado por razones ajenas a mi propia voluntad.

Lloraba sin sentido alguno, aunque eso era lo que yo creía. Claramente la razón era el encierro, pero para ese momento yo no lo identifiqué. El estar presa básicamente en un país sin amigos, con una cultura tan distinta, con una barrera de idioma muy alta y sin opción a salir de casa por razones obvias, me estaba haciendo daño en silencio.

Comencé a tener “pensamientos intrusivos” (así le dice mi psicóloga) en donde no podía acercarme al balcón porque por mi mente pasaba una imagen de mi, lanzándome y cayendo desde el piso 8 y viéndome muerta.

O muchas veces solté el cuchillo cuando estaba cocinando porque me venía a la mente yo clavándome el cuchillo en mi estómago. Pensaba que el si algo me pasaba, nadie estaría triste por mi. Estaba en un momento en el que en mi cabeza todo era negativo pero mal.

Me daba mucho miedo. Y lo peor es que era algo que no podía controlar. La mente anda por su cuenta muchas veces.

Un día no aguante más y le conté a José Miguel que esto estaba pasándome, que tenía miedo, que habían momentos en donde sentía que podía estar alucinando. Les juro que fue horrible. Y pues le conté sobre todos estos pensamientos. Como es normal, el se asustó y me sugirió que hiciera terápia.

Sin embargo, pensar en terápia en ese momento no fue algo positivo, tenía miedo incluso de hablar eso con alguien mas. Que me dijera algo que «según yo ya sabía» y que no hiciera ningún cambio porque el hacer terápia en ese momento no iba a solucionar la pandemia que era lo que estaba afectandome emocionalmente.

Para mi buena suerte conocí en plena pandemia un grupo de chicas fanáticas de BTS, en donde con el paso del tiempo, nos hicimos buenas amigas. Tanto así que pasábamos horas hablando y de ese grupo de WhatsApp sacamos un subgrupo de las que más hablábamos y ahí pues conversábamos temas más profundos.

Estábamos en pandemia, así que casi todas estábamos en casa con NADA que hacer. Planeabamos para hacer video llamada donde veiamos juntas videos de Youtube, hablabamos de todo un poco, probabamos filtros de los videochats, nos haciamos fotos, etc. Para ese mismo tiempo recuerdo que salió el juego este de Among us y amanecíamos hasta las 3 y 4 de la mañana jugando.

Con ellas me abrí a tal punto de contarles como me sentía y al leerles que muchas se sentían igual o peor, no me sentí sola en el proceso. Incluso una de ellas me ayudó a identificar los síntomas de la depresión y la ansiedad porque ella misma lo ha vivido en carne propia.

Tenía síntomas de mucho dolor muscular, lo cual es una clara muestra de que estaba ansiosa. Sin darme cuenta andaba yo tensando mis músculos y cada vez que me iba a dormir y despertaba, me dolía el cuerpo como si hubiese hecho ejercicio el día anterior. Entre otros síntomas más.

Ya luego que paso todo ese tiempo donde básicamente pude hablar de como me sentía con esa situación con José Miguel y con las chicas, logre soltar y aceptar. Porque estaba mi cuerpo en negativa con la situación. Perder el control de mis decisiones fue un golpe bajo. Supongo que por eso todo se vino abajo.

Lo pude superar afortunadamente, en compañía moral de quienes me entendían.

Lo pude superar y me mude a mi casita en Kartal, Estambul.

Luego de eso todo comenzó a fluir relativamente bien, me mudé a la casa en donde viví un año entero en Turquía y todo iba bien hasta que en marzo del 2021 la depresión volvió a aparecer pero de una forma más dura. Yo ya les había contado esa historia. El caso de mi depresión por culpa de unas pastillas anticonceptivas.

Recuerdo que antes de tener una segunda caida, saqué en febrero del 2021 la segunda edición de un reto en el que me esforcé mucho y con el que tenía grandes ideas a futuro llamado “escritura que conecta” fue un proyecto muy lindo que buscaba ayudar a través de ejercicios fáciles, a ejercitar la escritura creativa.

Ya había hecho la primera edición en abril del 2020 antes de pasar por mi primera caída depresiva y sabía que había tenido buena recepción, así que de nuevo intenté hacerlo pero esta vez creando un canal de comunicación más cercano fuera de Instagram. El canal de telegram.

Pude hacer el reto, me sentía muy feliz, las pocas personas que participaron activamente que fueron como 12 y los que se sumaron al canal que fueron alrededor de 90 personas me hacian sentir que valia la pena. Todo estaba muy bien hasta ese momento.

Sin embargo por motivos de salud tuve que ir a consulta ginecológica porque estaba teniendo amenorrea a causa de ovarios poliquisticos. Me hice todos mis exámenes de sangre y chequeos y pues todo bien.

Me mandaron a tomar Yasmin o Diane 35. Podía elegir alguna de las dos. Como ya había tomado Diane, pensé que sería buena idea tomar Yasmin. Además había leído de muchas personas que decían que era muy buena regulando las hormonas y que no engordaban.

Con esta creencia comencé a tomarlas y para mi sorpresa, las 2 primeras semanas había perdido 2 kilos sin hacer mayor cosa, me quitaba el hambre pero noté algo extraño.

Tenía muy poca energía y tengo registros de un chat con una amiga a la que le comentaba todo lo que me estaba pasando, justamente le dije eso.

A la tercera semana comencé a sentirme triste y a llorar sin razón alguna.

No quería levantarme de la cama, no quería comer, no quería trabajar, no quería ni abrir Instagram y solo me la pasaba leyendo comics acostada. Así que nuevamente vuelvo a José Miguel y en medio de lágrimas le conté que no sabía que me pasaba, que estaba triste y no sabía por qué.

Así que nos sentamos a analizar juntos que estaba sucediendo, yo estaba feliz, por eso me asustaba qué había cambiado para sentirme de ese modo. Y me vino a la mente que lo único diferente era el cambio de pastilla anticonceptiva.

Ya yo había leído de efectos secundarios con respecto a ciertos medicamentos pero jamas me imaginé que la depresión podía ser un efecto secundario. Así que busqué en internet sobre los efectos secundarios de la Yasmin.

Para mi sorpresa ahí estaba, DEPRESIÓN como efecto secundario. Y no solo eso, sino foros y foros con cantidades de comentarios de muchas mujeres explicando la misma situación que yo. Ahí estaba, ese era el problema. Algunas decían que solo había sido el primer mes pero que luego se adaptaron.

Como yo había comprado dos cajas de pastillas 💊 para comenzar mi tratamiento al leer estos comentarios, decidí ser optimista y probar un segundo mes a ver si mi cuerpo se lograba adaptar. Después de todo, es completamente normal que el cuerpo no se adapte a los cambios tan rápido.

Sin embargo, el segundo mes fue peor. Habían vuelto los pensamientos intrusivos. Prácticamente no abría nunca mis redes sociales ni para compartir historias de mi desayuno que siempre lo hacía, y los episodios de llorar desconsoladamente se estaban saliendo de control.

Así que al acabar la segunda caja, hablé con mi ginecóloga y le expliqué la situación y me dijo que las dejara y continuara el tratamiento con las Diane 35. Como por arte de magia en mayo luego de cambiar de pastillas me recuperé. Salí de esa depresión hormonal extraña y retomé de nuevo mi energía.

Les publique un vídeo hablando de lo que me había sucedido y continué progresivamente volviendo a retomar mis redes y a compartir contenido. Tenía una planificación muy genial sobre contenido de viaje. Estaba además subiendo vídeos a YouTube sobre mi vida en Turquía.

Mi cuñado llegó para mediados de mayo a Turquía, así que eso me tenia también muy contenta porque teníamos compañía y alguien más con quien hablar en español. También hice un par de amigos en el edificio gracias a mi cuñado (que es un político en campaña) y viajé a Cappadocia con una amiga y su esposo que vinieron a visitarme a Estambul en julio del 2021.

Todo iba bien, con mis vecinos del edificio salíamos a compartir casi que semanal. Yo tenía una planificación muy genial que estaba subiendo a las redes poco a poco. Mi cuenta de tik tok estaba creciendo con público turco por mis vídeos chistosos de BTS.

La tercera recaida de la que apenas me estoy levantando

TODO iba bien, hasta que a principios de septiembre de ese mismo año, recibí una de las peores noticias que he tenido hasta ahora. Mi papá murió. El mundo se me vino encima. Perder a un ser demasiado querido ya de por si es duro. Pero perderlo teniendo 3 años sin verle fisicamente ni abrazarle, es lo más horrible que puedes sentir.

Por obvias razones, por supuesto que me volví a deprimir, el luto es muy duro. No había manera de aliviar mi tristeza. Y a pesar de que tenía una planificación muy genial para continuar con mi cuenta, mis redes y mi proyecto, tenía sentimientos de culpa.

Porque se supone que estoy de luto, cómo salgo a mostrar una sonrisa a la cámara cuando estoy tan rota por dentro, cuando tengo los ojos hinchados de tanto llorar. Y así poco a poco fui alejándome de la creación de contenido, al punto de haber dejado de mostrar mi cara en las historias por sentir culpa.

A este punto, ya no podía más, asi que recibí un poco de terápia. José Miguel encontró una psicologa aqui en San Diego, Venezuela que daba sesiones de terápia online. El haber hecho terápia me ayudó no solo a aprender a sobrellevar la situación por la que estaba pasando sino que también, me ayudó a ver lo equivocada que estaba con pensar que no me ayudaría.

Me regresé a Venezuela una vez que me entregaron mi pasaporte, y desde que llegué, aunque al principio fue muy dificil de afrontar que ya mi papá no estaba, poco a poco he sentido el amor de mi familia de sangre y de mi familia política (la familia de Jose Miguel). Me siento muy agradecida por el amor y el cariño, la comprensión de todos. Algo que no iba a tener ni queriendo si me quedaba mas tiempo en Turquía.

Siento que perdí mi identidad en redes

Gracias a que poco a poco me he sentido mejor, he podido retomar mis redes. Compartir un poco de mi día a día, ya me muestro un poco más hablando en las historias pero ahora me siento limitada.

Y me di cuenta que desde que volví a Venezuela y que ya no estoy viajando, perdí mi identidad. Porque se supone que mi cuenta trata sobre una redactora de contenido freelance que viaja por el mundo, pero ya no estoy viajando (por ahora).

Con el tema COVID y las restricciones de viaje y los costos altos de los vuelos ahora mismo, decidí que era el momento de parar un poco, compartir mas con mi mamá, mis mascotas, ahorrar, y comprarme una casa.

Y esto me hizo sentir que perdí mi identidad, porque yo quiero poder hablar de mi vida cotidiana, que ahora quiero ser saludable porque me gustaría construir una mejor versión de mi, de como es mi vida en Venezuela, no solo sobre trabajo freelance y escribir. Porque hablar sobre viajes mientras no estoy viajando me hace sentir triste e incoherente.

Mi interacción ha bajado mucho. Y es completamente normal, no estoy compartiendo contenido de casi nada de valor y de paso es posible que el 50% de quienes me siguen actualmente sea porque viajaba.

Siento culpa de fallarles a todos los que hoy me siguen porque alguna vez compartí un contenido de su interés y que ahora ya no hay nada.

Así que estoy trabajando en construir de nuevo mi identidad, volviendo a escribir mis pilares de contenido (que aprendí con Tami punch), y preparando lo que sería el cambio de mi cuenta. Digamos que haré rebranding.

Por eso, me sentí en la necesidad de contarles todo por lo que estoy pasando porque es mi comunidad quien le da vida a mi marca personal. Agradecida con quienes siguen aquí conmigo al pie del cañón sin importar que y agradecida con quienes quieren seguir de ahora en adelante aquí conmigo.